1 de agosto de 2010

Hay miles y miles de personas. Millones de ellas. Todas y cada una distinta y única entre todas las demás. Pero por miles de millones de gente que exista, hay ciertas personas que destacan sobre todas y delumbran con un brillo especial.

Son esa clase de personas que te abren mundo y te ayudan a ver mucho más allá de lo que antes desconocías, de esas que con una simple sonrisa arreglan cualquier tipo de problema y que con simples frases enlazadas son capaces de cambiar tu estado de ánimo en menos de medio minuto.

Aquellas que, en ese momento exacto en el que estás a punto de explotar, se te acercan y solucionan todo con uno de esos abrazos que solo ellas saben dar, que te reconforta por toda esa ternuna y calidez que te hacen sentir.

De esas a las que sientes que tienes que darle las gracias por hacer que formen una pequeña parte de tu vida y se hacen querer con solo una mirada.

Sí, hay muchas, muchas personas. Pero de estas, de estas hay muy pocas. Y cada día me doy cuenta de la suerte que tengo de haberme encontrado con una de ellas.

Empezaste como entrenadora, pero no solo nos apoyaste a todas dentro del tapiz, sino que nos demostraste todo tu apoyo fuera de él.

Por que cada persona se merece una boda de ensueño, y tú la que más. Gracias por haberme dejado formar parte de un gran día, de TÚ día.


B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario