24 de noviembre de 2011
11 de noviembre de 2011
No creo en vidas perfectas. Mejor dicho, no creo en la perfección. Pero sí en aquellas que rozan la perfección, que te hacen sentirte llena, feliz y constante, una constancia momentánea, que es alterada continuamente. La estabilidad no existe, y la rutina tampoco.
La base de todo se centra en una sola cosa, sin dejar a un lado al resto, sin dudarlo, y te vas encaminando hacia donde realmente quieres ir, formando tú vida. Sin recordar a penas lo que la palabra vacío significa.
Sin embargo son pocas, muy pocas las que pueden decir que tienen la increíble suerte de vivir así.
La base de todo se centra en una sola cosa, sin dejar a un lado al resto, sin dudarlo, y te vas encaminando hacia donde realmente quieres ir, formando tú vida. Sin recordar a penas lo que la palabra vacío significa.
Sin embargo son pocas, muy pocas las que pueden decir que tienen la increíble suerte de vivir así.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)